Jonathan Wheatley es el fichaje más importante de Audi para la F1

El esperado Jonathan Wheatley comenzó su etapa como director del equipo Sauber F1 a principios de este mes, en un movimiento clave para la transición del equipo hacia ser la escudería de fábrica de Audi a partir de 2026.

Aunque su llegada no fue acompañada de grandes titulares, Wheatley, que se unió a Sauber tras haber sido una pieza clave en el ascenso de Red Bull, ya ha comenzado a evaluar las operaciones del equipo en su nueva responsabilidad.

Wheatley llegó a Sauber con un enfoque tranquilo y centrado.

Durante el Gran Premio de Japón, y posteriormente en Bahréin, aprovechó el triple-header de carreras para analizar detenidamente las operaciones en pista.

 

Aunque no ha hecho anuncios grandilocuentes, su enfoque está en aprender y adaptarse al equipo, estableciendo un plan a largo plazo para llevar a Sauber hacia el éxito, preparándose para el cambio de marca con la llegada de Audi.

Con una larga trayectoria en Red Bull como director deportivo, Wheatley es uno de los fichajes más relevantes en la historia reciente de Sauber F1. A pesar de su exitoso paso por Red Bull, donde jugó un papel crucial en el crecimiento del equipo, no pretende simplemente replicar el modelo de su anterior equipo.

En cambio, busca construir una cultura propia para Sauber, adaptando su enfoque a las características particulares de este equipo suizo que se prepara para convertirse en un equipo de fábrica de Audi.

El enfoque de Wheatley en la evolución de Sauber

A tan solo dos semanas de haber comenzado, Wheatley ya se muestra optimista sobre el espíritu de trabajo dentro de Sauber, resaltando el entusiasmo y la disposición para aprender que ha encontrado en el equipo.

A pesar de los desafíos operacionales de la temporada pasada, donde el equipo tuvo dificultades con el rendimiento del coche y problemas en las paradas en boxes, Wheatley ve una oportunidad para transformar Sauber en un equipo más eficiente.

«Es un desafío emocionante», comenta Wheatley, refiriéndose a la tarea de transformar la cultura del equipo mientras se prepara para la transición hacia Audi.

Su enfoque se basa en la gestión de personas, convencido de que sin la energía y la creatividad adecuadas, es difícil avanzar en el mundo altamente competitivo de la Fórmula 1.

Wheatley también es consciente de que el cambio que está por venir no será fácil.

El equipo deberá adaptarse a la nueva identidad como equipo de fábrica de Audi, lo que implica no solo desarrollos tecnológicos y estratégicos, sino también una integración cultural entre el equipo suizo y el fabricante alemán.

 

«Debemos estar preparados para la incomodidad del cambio», señala Wheatley, convencido de que, con un plan claro y la energía adecuada, Sauber podrá avanzar y afrontar el desafío con éxito.

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