El equipo de Milton Keynes y la firma dedicada a las criptomonedas Bybit, han finalizado su contrato.
Un acuerdo que estaba valorado en 119 millones de libras (150 millones de dólares) en total, lo que convertía a la empresa en uno de los mayores patrocinadores financieros del equipo Red Bull Racing.
En el año 2021 cuando Max Verstappen ganaba su primer título mundial de pilotos en la F1, el equipo se benefició de la llegada de nuevos patrocinadores.
Entre esos acuerdos estaba el de patrocinio «title sponsor» de 400 millones de libras (500 millones de dólares) con Oracle y el mencionado contrato con Bybit que ahora ha finalizado.
Tal vez los 50 millones de dólares por temporada que pagaba Bybit no sean aún un «dolor de cabeza» para Red Bull Racing. Pero es un primer aviso de lo que puede suceder con otros patrocinadores si el equipo no muestra en 2025 una mejor imagen y recupera la hegemonía total en el Mundial de F1 con el título de constructores perdido el pasado año.
Ahora queda por ver si el equipo incorporará un nuevo patrocinador de la criptomoneda u otros sectores no relacionados directamente con el automovilismo o la competición.
Aunque los ingresos que aportan los patrocinadores son importantes, los equipos de F1 también dan prioridad a las alianzas en función de la experiencia en campos innovadores y técnicos que los socios podrían aportar. Especialmente en el campo de las innovaciones que podrían ayudarles a mejorar su rendimiento en pista.
Pero la reorganización del patrocinio es sólo una parte de una transformación más amplia en Red Bull Racing.
Sergio Pérez, que terminó octavo por detrás de Max Verstappen en la clasificación de pilotos de 2024, ha sido sustituido por el neozelandés Liam Lawson y eso abre una nueva etapa con más incógnitas en el seno de la escudería británica.
En especial la de afrontar un 2025 tras el adiós definitivo no solo de Adrian Newey, sino también de otras piezas claves en el organigrama técnico como el director deportivo Jonathan Wheatley que ha encaminado sus pasos al proyecto de Audi en la F1.
Por eso el futuro del equipo parece estar marcado por la reinvención, tanto dentro como fuera de la pista.