El icono de Ford, el Fiesta, podría regresar nuevamente como un modelo eléctrico basado en una nueva plataforma que la marca está desarrollando y que podría dar origen a más sorpresas en el futuro.
La firma del óvalo tomó la decisión de finalizar la producción del Fiesta el pasado año tras 47 años de existencia y más de 22 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Ford lanzó al mercado el Fiesta en 1976 como un coche económico.
Su precio era de 125.000 pesetas (menos de 1.000 euros actuales) que contrasta con los de la última gama comercializada que llegaba a los 21.000 euros.
La compañía estadounidense eligió para la producción del fiesta una factoría que estaba construyendo en Almussafes, Valencia, por lo que el Fiesta se convirtió en el primer modeloe en salir de su cadena de montaje.
En total se construyeron unos 5 millones de unidades en Almussafes antes de que Ford decidiera no seguir con la producción del Fiesta en sus instalaciones en 2012.
Por supuesto que Ford mantiene un total hermetismo sobre la opción del regreso del Fiesta en versión «eléctrica«.
Pero lo que si se conoce es que de confirmarse sería construyéndolo sobre una nueva plataforma que Ford está desarrollando para modelos eléctricos a un precio competitivo.
Sería según la marca una plataforma muy «eficiente» y que serviría para mostrar el compromiso que tienen con la innovación en el segmento específico de los vehículos eléctricos.
La nueva gama de modelos creados con esa plataforma deberían debutar entre 2026 y 2027 para posicionarse en principio por debajo del actual Explorer.
Tendrán una longitud total inferior a los 4,5 metros y su precio rondaría los 30.000 euros como cifra de partida.
La estrategia que parece tener Ford en mente para el Fiesta (si finalmente deciden mantener el nombre) es la de ofrecer vehículos eléctricos más accesibles y para un mayor número de clientes.