La FIA abandona el proyecto de los guardabarros en los F1
De lo único que ha servido el polémico test que la FIA realizó en Fiorano con Ferrari para probar el sistema de guardabarros diseñado para ayudar a la visibilidad de los pilotos en casos de lluvia extrema, ha sido para desestimar ese elemento.
La FIA ha decidido que no son efectivos y ahora empezarán de nuevo con el proyecto de encontrar un elemento que de seguridad y sea efectivo para esas condiciones.
Los responsables han confirmado que desde un primer instante han sido conscientes de que era indispensable solucionar el problema del exceso de agua no tan solo recogido por las ruedas sino también la zona del difusor del monoplaza.
Por eso desestimaron los elementos probado el pasado año en Silverstone (muy poco resistentes a las grandes velocidades) y optaron por unos guardabarros de mayor tamaño y con configuraciones abiertas y cerradas en el test de Fiorano con Ferrari.
Desde la FIA se apunta a que el gran problema se encuentra en el agua que desplaza el difusor.
Si actuaran sobre esa zona afectaría considerablemente a la carga aerodinámica de los actuales monoplazas de F1 y sería un quebradero de cabeza mayor para los equipos.
Saben que no es un paso correcto pero de todas formas la comisión encargada de desarrollar la solución se ha planteado comentarlo en su próxima reunión.
Los guardabarros eran hasta ahora su solución para evitar cancelaciones de Grandes Premios al estilo Spa en 2021.
Un sistema que no tenían en mente utilizar en todas las pruebas con lluvia, tan solo en las realmente necesarias.
Ahora son conscientes de que deben reanudar el camino y pensar en otras opciones mucho más factibles.
