La mujer en el centro de las acusaciones contra Christian Horner llevará su caso ante un tribunal laboral si no prospera el recurso que ha presentado contra la desestimación de su denuncia.
Horner, que siempre ha negado las acusaciones vertidas contra él, ha continuado en su puesto.
Nunca se han hecho públicos los detalles de la investigación.
El origen y motivo de la denuncia, la identidad del abogado y las conclusiones detalladas no se han hecho públicas. Red Bull GmbH, la empresa matriz, afirma que esto se debe a razones de confidencialidad.
Sin embargo, si la mujer llevara su caso ante un tribunal laboral, esos detalles podrían hacerse públicos. El propio Horner ha declarado que quiere que se ponga fin a este asunto.
Toda la acusación contra Horner parece seguir una marcada «hoja de ruta».
Si un empleado tiene una queja o una reclamación, la plantea internamente, quizá de manera informal al principio, pero si no se resuelve se convierte en formal y se investiga y estudia, tras lo cual se da un resultado.
Ese fue el primer paso que se dio.
Si el empleado no está satisfecho con la decisión tomada al respecto, puede apelar internamente y, al final del proceso, si sigue insatisfecho, puede acudir a un tribunal laboral.
Y eso es lo que parece que va a ser el siguiente capítulo en la historia.
Si la denunciante decide seguir las indicaciones de sus abogados y asesores para acudir a un tribunal laboral, entonces ya no se aplicaría esa confidencialidad propia de los procedimientos de investigación interna.
Si existiera un juicio entre ambas partes la audiencia final sería abierta al público para que pudiera asistir a la sala.
De esta forma todos podrían conocer la información que aún se mantiene reservada sobre el caso Horner.
Por supuesto incluyendo no tan sólo la naturaleza de la denuncia inicial, sino las pruebas testificales, las alegaciones presentadas y evidentemente la resolución final y conclusiones del tribunal laboral además de la sentencia dictada por escrito.