Škoda L&K 130: el pick-up híbrido hecho por estudiantes para el Tour de Francia
La firma Škoda celebra su 130 aniversario con un homenaje muy especial: el Škoda L&K 130, un vehículo creado por 28 estudiantes de la Academia de Formación Profesional en Mladá Boleslav que combina historia, innovación y espíritu ciclista.
Este prototipo único, el décimo Coche de los Estudiantes, se ha desarrollado a partir del Škoda Superb Combi, siendo el primero en incorporar tecnología híbrida enchufable.
Su diseño y funcionalidad lo convierten en un vehículo de apoyo ideal para competiciones ciclistas profesionales, y será exhibido en la 112.ª edición del Tour de Francia en julio de 2025.
Un homenaje rodante a los fundadores: Laurin & Klement
El nombre L&K 130 y su esquema de colores dorado, rojo y negro rinden tributo a Václav Laurin y Václav Klement, quienes iniciaron la empresa fabricando bicicletas Slavia en 1895. Desde entonces, Škoda ha mantenido una profunda conexión con el ciclismo, siendo patrocinador oficial de grandes carreras como el Tour de Francia, la Vuelta a España y París-Roubaix.
El Škoda L&K 130 cuenta con una zona de carga tipo pick-up, una puerta trasera corredera, y una plataforma extensible con portabicicletas, diseñada para facilitar el soporte rápido a los ciclistas en plena carrera. Todo el proyecto ha supuesto más de 2.000 horas de trabajo, con el respaldo de ingenieros de Škoda.
El legado continúa
Su sistema híbrido enchufable combina un motor 1.5 TSI con un motor eléctrico, alcanzando los 204 CV y ofreciendo autonomía 100% eléctrica gracias a una batería de 25,7 kWh. Esto lo hace perfecto para desplazamientos silenciosos y sostenibles dentro de una competición ciclista.
El interior, decorado en los colores de Laurin & Klement, está adaptado a las necesidades de un equipo ciclista profesional: incluye una nevera para botellas, pantallas informativas, una radio de equipo, y una gran red de almacenamiento para material médico o alimentación deportiva.
Varias de estas soluciones fueron desarrolladas mediante impresión 3D, integrando tecnología y creatividad a partes iguales.
Este vehículo no es solo un ejercicio de diseño, sino una afirmación del compromiso de Škoda con la innovación educativa y su pasión por el ciclismo.
Además, refuerza la importancia de su herencia como fabricante de bicicletas, una historia que comenzó hace 130 años y que hoy sigue rodando, en cada etapa y cada curva.