

El italiano Mattia Binotto, actual jefe del proyecto Audi F1, ha admitido que el equipo alemán no espera estar en la cima de la parrilla cuando entren en vigor las nuevas regulaciones de motores en la temporada 2026 de Fórmula 1.
Ese año marcará un cambio radical en el reglamento técnico, con monoplazas más ligeros y una nueva generación de unidades de potencia híbridas, que aumentarán significativamente la potencia eléctrica, logrando una proporción cercana al 50-50 entre motor de combustión y batería.
La apuesta de la F1 por una competición más sostenible ha atraído a importantes fabricantes. Cadillac debutará como el undécimo equipo en 2026 y será equipo oficial en 2029. Ford, por su parte, colaborará con Red Bull Powertrains, mientras que Audi adquirirá el equipo Sauber para transformarlo en su proyecto oficial en la F1.
“Fabricar unidades de potencia es mucho más complejo de lo que parece. Cambiar la cultura del motor no será fácil”, aseguró Binotto a los compañeros de Autosport.
Con experiencia previa como responsable de motores en Ferrari, Binotto sabe de primera mano lo difícil que es liderar en una nueva era técnica. Aun con confianza en el rumbo del proyecto, reconoce que Audi no tendrá el mejor motor en 2026.
“Sabemos que 2026 no será el año en el que estemos en lo más alto. Pero el camino que hemos tomado es el correcto”.
Binotto también teme que se repita el escenario de 2014, cuando el dominio de Mercedes comenzó con la llegada de los motores turbo-híbridos, y advierte que las nuevas normas podrían crear un «campeonato de motores» en sus primeros años.
Otro factor decisivo será el tipo de combustible utilizado. Con opciones como e-fuels y biocombustibles, los equipos tendrán más control que nunca. En este aspecto, Audi podría tener ventaja gracias a la experiencia de Volkswagen y Porsche en combustibles sostenibles.
“El combustible será un factor diferenciador en 2026”, concluyó Binotto.