Tensión en Red Bull, el clan Verstappen estalla y pide cambios

Una discusión acalorada entre Helmut Marko y Raymond Vermeulen, representante de Max Verstappen, al término del GP de Baréin ha destapado grietas internas en Red Bull en pleno arranque de una temporada 2025 que se complica más de lo previsto.

Verstappen solo pudo ser sexto en Baréin, un resultado decepcionante si se compara con su victoria contundente en Japón una semana antes.

La falta de ritmo del RB21 y varios errores operativos, especialmente en los pit stops, marcaron un fin de semana para olvidar.

Raymond Vermeulen estaba visiblemente molesto con Marko por la cantidad de problemas en boxes: semáforos que no funcionaban, ruedas mal ajustadas y tiempos de parada impropios de un equipo que siempre ha presumido de excelencia operativa.

Cuando el coche no está en su mejor momento, al menos necesitamos que las operaciones a nivel de equipo funcionen. Y eso claramente no ocurrió”, comentó el propio Max Verstappen tras la carrera en Baréin.

Cuatro errores en dos Grandes Premios

En las dos últimas citas del campeonato (Japón y Baréin) el equipo Red Bull Racing ha mostrado su actual y preocupante momento en unas acciones que hasta ahora siempre habían sido un ejemplo a seguir por el resto de escuderías: los pit stop en boxes.

Una cifra claramente inusual para un equipo acostumbrado a rozar la perfección.

En Japón: parada lenta que complicó el duelo con Norris.

En Baréin: problemas con los semáforos en las paradas de Verstappen y Tsunoda, y fallo en la rueda delantera derecha del piloto holandés.

Curiosamente los errores han coincidido con la reciente salida de Jonathan Wheatley, exdirector deportivo clave en el desarrollo de las paradas rápidas de Red Bull, ahora al frente de Sauber.

¿Casualidad o efecto claro?. El debate se ha abierto acerca de la posible falta de «liderazgo» en el seno del equipo de Milton Keynes.

El famoso «Horner Gate» sigue resonando con fuerza y señalado como una de las grandes razones de la crisis que atraviesa Red Bull Racing.

Con Lando Norris liderando el Mundial con solo ocho puntos de ventaja sobre Verstappen, todo sigue abierto. Pero Red Bull sabe que no puede permitirse más errores si quiere seguir en la lucha.

 

La prioridad ahora es clara: recuperar la precisión en boxes y evitar que los fallos operativos lastren el rendimiento en pista. Jeddah marcará si el problema ha sido un bache puntual… o el inicio de una crisis más profunda.

¿Cambio de aires para Verstappen?

En Red Bull tienen un gran problema que resolver y cambiar por completo los planes de desarrollo del RB21 no es tan sencillo.

Esa sería una de las medidas desesperadas en su intento de convencer a Max Verstappen que no escuche las ofertas que tiene ya para 2026 encima de la mesa.

Verstappen es ampliamente conocido por su tacto tras el volante y la capacidad de conexión con sus ingenieros para transmitir la información.

Pero incluso él en estos instantes parece estar perdido en sus ideas sobre qué hacer con el RB21.

Las opciones de Verstappen para su continuidad en el Mundial de F1 siempre han apuntado a Mercedes o Aston Martin de forma principal.

Pero se abre una nueva vía para el holandés: McLaren.

Zak Brown está atento a todo lo que sucede y en McLaren hay el potencial económico para satisfacer las exigencias del Clan Verstappen si fuera necesario.

En estos momentos McLaren atraviesa un «dulce camino» en el Mundial de F1. Pero nadie deja de lado lo que puede suceder internamente entre sus dos pilotos en un breve periodo de tiempo.

Un posible «enfrentamiento» entre Norris y Piastri es más que evidente.  En McLaren temen ese «instante» y saben las consecuencias del mismo.

A pesar de las duraciones de contrato de ambos pilotos la F1 está repleta de situaciones similares en las que una «salida pactada» ha resuelto un grave problema.

El Clan Verstappen exige cambios rápidos a Red Bull mientras saben que las ofertas crecen por contratar al piloto holandés.

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