
Imola podría decir adiós a su Gran Premio de F1 de forma inmediata
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El CEO de Fórmula 1, Stefano Domenicali, ha dejado entrever que el Gran Premio de Emilia-Romaña en Imola podría desaparecer del calendario después de la temporada 2025, debido a la creciente presión por incluir nuevos mercados emergentes en la competición.
Aunque el contrato de Monza está asegurado hasta al menos 2031, y Madrid reemplazará a Barcelona como sede del Gran Premio de España en 2026, mantener dos carreras en un mismo país, como sucede actualmente con Italia, se vuelve cada vez más complicado.
“Desde el punto de vista humano no será fácil, pero tengo un rol internacional y muchas peticiones de países emergentes que quieren hacer crecer la F1”, explicó Domenicali en una entrevista con Radio Rai Gr Parlamento.
Domenicali, nacido en Imola, reconoció el valor sentimental y estratégico del circuito Autodromo Enzo e Dino Ferrari, pero advirtió que la decisión definitiva llegará pronto
“Imola respondió en plena crisis del Covid con entusiasmo y capacidad. No lo olvido. Pero eso no asegura su futuro”.
Pese a su legado y al fuerte apoyo local, la expansión global de la Fórmula 1 podría dejar a Imola fuera del mapa. La tendencia actual privilegia la entrada de nuevos destinos con capacidad económica y proyección internacional.
El caso de España ilustra este fenómeno: el nuevo circuito urbano de Madrid será la sede del GP de España desde 2026, mientras que Barcelona encara su último año con contrato vigente. La posibilidad de mantener dos carreras en territorio español a largo plazo es mínima.
Solo Spa-Francorchamps, en Bélgica, ha logrado un acuerdo rotativo: organizará cuatro carreras en seis años tras 2025, lo que podría ser una alternativa para Imola en el futuro.
“Italia siempre ha sido y será parte fundamental de la F1”, aseguró Domenicali, aunque admitió que será difícil seguir con dos Grandes Premios italianos.
Para Domenicali, la decisión tiene un fuerte componente emocional. Pero también está claro que la Fórmula 1 necesita crecer y adaptarse a nuevas audiencias y mercados.
Y eso implica tomar decisiones duras, incluso si afectan a circuitos que salvaron el calendario en tiempos difíciles.
“No será fácil”, concluyó el CEO de F1. Pero la evolución del deporte exige sacrificios en nombre del crecimiento global.