Ferrari arrasa en Le Mans y Elkann guarda silencio

La Scuderia Ferrari ha vuelto a hacer historia en Le Mans con su tercera victoria consecutiva en las 24 Horas, esta vez de la mano de la escudería cliente AF Corse y su 499P de color amarillo, consolidando su dominio en el WEC 2025 con cuatro victorias en cuatro carreras.

Pero mientras el Cavallino rampante brilla con fuerza en la resistencia, la Fórmula 1 sigue siendo una fuente de frustraciones.

Con 202 puntos frente a los 91 de Toyota y los 80 de Porsche, Ferrari ya tiene medio título mundial de resistencia en el bolsillo.

Sin embargo, el esperado doblete en F1 —campeonato de pilotos y de constructores— no llega. Y lo más llamativo: John Elkann y Benedetto Vigna decidieron celebrar en Le Mans… mientras dejaban en solitario a Piero Ferrari en el Gran Premio de Canadá.

Una decisión simbólica que refleja lo que muchos ya sospechan: en Maranello se ha perdido la fe en el proyecto de Fred Vasseur.

El silencio del presidente es atronador. Ni una sola palabra de apoyo al jefe de equipo francés.

Ni una mención a la SF-25, un monoplaza que no ha estado a la altura de las expectativas. La gestión deportiva sigue sin rumbo claro.

La prensa italiana señala los errores

Mientras tanto, la prensa italiana, criticada por supuestas «campañas» contra el equipo, simplemente ha puesto el foco donde duele: los resultados.

Vasseur, que termina contrato este año, reaccionó con dureza, acusando a los medios de desestabilizar al equipo y pidió a sus pilotos, Charles Leclerc y Lewis Hamilton, cerrar filas para mostrar unidad.

Ambos respondieron públicamente con respaldo, pero las grietas son evidentes.

Una sola declaración institucional bastaría para calmar las aguas, pero desde los despachos de Maranello solo llega el eco del éxito de Le Mans. Elkann se deshizo en elogios tras la victoria:

Es un triunfo de todos los que forman Ferrari, una muestra de lo que logra el trabajo en equipo. Ganar tres veces seguidas en Le Mans es un hito histórico que honra a nuestro fundador, Enzo Ferrari”.

Mientras el equipo de resistencia, con apenas 150 personas, arrasa en el campeonato, la Scuderia no logra levantar cabeza con una plantilla de 1.500. Es evidente que el presupuesto y los retos son distintos, pero el ADN Ferrari debería ser el mismo.

El nombre que resuena ahora es Antonello Coletta, el artífice del proyecto ganador en resistencia.

Muchos en Italia lo ven como la solución para reestructurar la Gestión Deportiva de Fórmula 1.

Sin embargo, el propio Coletta no parece dispuesto a dejar el sólido equipo que ha construido en el WEC por la inestabilidad de la Scuderia. Prefiere que sea Vasseur quien continúe, aunque cada vez con menos respaldo interno.

Y mientras se agudiza la crisis institucional, surge una historia que emociona a todo el paddock: la de Robert Kubica, el veterano polaco que, a sus 40 años, lideró a sus compañeros Ye Yifei y Phil Hanson hasta la gloria en Le Mans.

 

Con una conducción casi milagrosa —prácticamente con una sola mano—, Kubica firmó una actuación de leyenda frente a las oficiales “499P 50 y 51”.

Fue un ejemplo de lo que realmente significa #EssereFerrari, una lección que en Maranello quizá deberían empezar a revisar.

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