

La tendencia a la baja comenzó en 2024, pero lejos de frenarse, se ha intensificado este año. Aunque algunas marcas intentan justificar la situación como temporal —atribuida a un “frenazo económico” del país—, la realidad apunta a una pérdida de atractivo frente a los fabricantes locales.
Las marcas alemanas atraviesan uno de sus peores momentos en el mercado chino. En este primer trimestre de 2025, BMW, Volkswagen, Mercedes y Porsche han registrado una caída notable de ventas en el que históricamente ha sido uno de sus mercados clave.
Pese a un buen rendimiento global en 2025, Porsche ha sufrido pérdidas importantes en China, un mercado que solía representar una gran parte de su volumen en gama alta.
Portavoces del fabricante aseguran que los clientes chinos solo están posponiendo sus compras. Sin embargo, todo indica que hay un giro de preferencia hacia marcas locales que ofrecen vehículos eléctricos más avanzados tecnológicamente y con precios más competitivos.
BMW ha perdido más del 17% de sus ventas en el mercado chino durante el primer trimestre de 2025. A pesar de avances en Europa y EE. UU., la marca de Múnich sufre en el país asiático, donde los consumidores ya no priorizan la marca sobre la tecnología.
En el caso de Volkswagen, la caída es más contenida pero igualmente preocupante: un 7,1% de descenso en sus matriculaciones en China. El grupo ha culpado a los altos aranceles y a la intensa competencia local por este retroceso.
Los consumidores chinos están optando cada vez más por vehículos eléctricos fabricados localmente, que integran mejor el software, ofrecen más autonomía y se ajustan al ecosistema digital del país.
Marcas como BYD, Nio o Xpeng no solo compiten en precio, sino también en innovación. Y lo están haciendo con éxito frente a gigantes como Audi, BMW o Mercedes.
Volkswagen ya ha anunciado tres nuevos modelos específicos para China, que presentará en el Salón del Automóvil de Shanghái: una berlina eléctrica, un SUV urbano con extensor de autonomía y un SUV eléctrico completo.
¿Será suficiente para revertir la situación? ¿O estamos ante el inicio del declive del dominio alemán en el mayor mercado automotriz del mundo?