

Adrian Newey, el diseñador más famoso de la Fórmula 1, asegura que no está «haciendo ninguna predicción» sobre su nuevo rol en Aston Martin, que comenzará oficialmente este lunes.
El ingeniero de 64 años, conocido por sus innovadores diseños que llevaron a Red Bull a la cima, se unirá al equipo como socio técnico gerente, después de casi 20 años en la escudería
Aunque Newey ya no podrá influir en el diseño inicial del AMR25, el monoplaza de Aston Martin para la temporada 2025, sí tiene tiempo de sobra para aportar su experiencia en el desarrollo de los nuevos reglamentos técnicos que entrarán en vigor en F1 2026.
«Estoy emocionado por lo que está por venir. El primer objetivo es conocer a todos, entender cómo trabaja cada uno y tratar de integrarme con el equipo«, comentó Newey en el podcast F1: Back at Base de la BBC.
La llegada de Newey coincide con una reestructuración sorpresiva en Aston Martin, justo antes del inicio de la temporada 2025.
Andy Cowell asumirá el cargo de director del equipo, además de su rol como director ejecutivo.
Cowell toma el mando de la escudería de manos de Mike Krack, quien se moverá a un nuevo puesto centrado en mejorar el rendimiento en pista
Alonso, que también está presente en el podcast de la BBC, destacó la exigencia de la F1:
«Siempre estoy listo para comprometerme con la Fórmula 1. Este deporte requiere sacrificios, pero cuando amas lo que haces, te entregas por completo«.
Fernando destacó los desafíos que traerán los monoplazas de 2026:
«La F1 siempre va a contrarreloj, y es vital tener una gran temporada en 2025. En este deporte, si dejas de trabajar dos semanas, los competidores encontrarán una nueva filosofía y tu coche inmediatamente será más rápido. La búsqueda de la perfección nunca termina«, concluyó Alonso.
Con la llegada de Adrian Newey y la reestructuración interna en Aston Martin, el equipo espera no solo cumplir con las expectativas de sus pilotos, sino también afrontar los desafíos de los nuevos reglamentos en 2026.
La integración de Newey al equipo será clave para que el AMR25 dé un salto significativo en el rendimiento, llevando a la escudería británica hacia el podio de la Fórmula 1.