Isack Hadjar crea un gran dilema en Red Bull para 2026

En la mente de Helmut Marko se perfila un movimiento de calado en Red Bull con la vista puesta en 2026: situar a Isack Hadjar junto a Max Verstappen.

 

La apuesta del austriaco se fundamenta en la madurez del joven francés y en la expectativa de contar con un monoplaza menos extremo que el actual.

El plan añade otra pieza al mosaico del programa júnior: si Marko quiere hacer debutar a Arvid Lindblad en Racing Bulls, ¿quién cederá su sitio: Liam Lawson o Yuki Tsunoda, si el japonés sigue con ellos?

La cuarta posición obtenida por Hadjar en la clasificación de Zandvoort ha reforzado dos certezas: el VCARB-02 ofrece una guiabilidad competitiva y el piloto francés, pese a su reducida experiencia, la interpreta con solvencia.

 

A sus 20 años, Hadjar llega avalado por el subcampeonato de Fórmula 2 conseguido la temporada pasada.

Su aterrizaje fue discreto, casi en silencio, pero seis meses bastaron para exhibir una progresión sostenida y, sobre todo, una solidez mental que ha hecho mella en Marko.

2026: borrón y cuenta nueva

La temporada 2026 reordenará el tablero.

Con regulación técnica nueva, todas las escuderías afrontarán un proyecto totalmente inédito; el periodo de adaptación será universal, un contexto que puede igualar parcialmente la parrilla.

 

En Red Bull, el grupo técnico que lidera Pierre Waché trabaja en un coche potencialmente menos radical que el actual, con una ventana de funcionamiento más amplia.

Si se confirma, el escenario resultaría propicio para Hadjar, que no tendría que ajustarse a un monoplaza construido exclusivamente alrededor de Verstappen.

La promoción de Hadjar no sería la única novedad en el universo Red Bull.

El siguiente nombre es Arvid Lindblad. Presentado al gran público con una FP1 en Silverstone siendo aún menor de edad, el británico de origen indio alcanzó la mayoría de edad en la pausa de verano y disputa su primera temporada de Fórmula 2 con dos victorias, una pole y la séptima posición de la general, a cinco puntos de su compañero Pepe Martí.

Marko ha fijado el calendario de decisión entre finales de septiembre e inicios de octubre, una vez disputadas las próximas dos citas de F2 en Monza y Bakú.

Si Lindblad confirma sensaciones, podrían abrirse las puertas de la F1 en 2026.

Para ello habría que liberar un asiento en Racing Bulls.

Las combinaciones sobre la mesa son claras. La más probable, a día de hoy, pasa por una reconfiguración interna: Yuki Tsunoda podría regresar a Racing Bulls, recuperando el lugar que Liam Lawson ocupa desde hace unos meses.

Para el neozelandés, que volvió a escena el año pasado para sustituir a Daniel Ricciardo, sería la segunda contrariedad en 2025.

No obstante, el otro escenario no puede descartarse: que sea el propio Tsunoda quien pierda su asiento si la dirección deportiva entiende que el techo competitivo del japonés ya está alcanzado y que Lindblad merece el impulso inmediato.

En cualquiera de los dos supuestos, el excluido corre el riesgo de quedar fuera de la parrilla y vivir el Mundial 2026 desde el muro.

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