Marko niega que esté todo cerrado entre Verstappen y Mercedes
El futuro de Max Verstappen en la Fórmula 1 vuelve a ser el centro de atención tras el Gran Premio de Gran Bretaña, donde Red Bull vivió un fin de semana de contrastes: pole position pero sin opciones reales de victoria en carrera debido a condiciones cambiantes.
Mientras Christian Horner afronta una creciente presión interna, medios neerlandeses y alemanes señalan un deterioro en las relaciones dentro del equipo y con el entorno del propio Verstappen.
El diario De Limburger asegura que Horner deberá rendir cuentas ante los propietarios Mark Mateschitz y Chalerm Yoovidhya, decepcionados por los resultados tras las últimas actualizaciones del monoplaza.
Crisis interna en Red Bull
Las especulaciones sobre un posible movimiento de Verstappen a Mercedes en 2026 no han parado.
Incluso algunos fans detectaron que Max se mostró en directo durante el fin de semana de Silverstone pilotando un coche Mercedes en un simulador.
“No me di cuenta. Pero ¿por qué no? En la vida real, Max suele conducir un Aston Martin, un Ferrari o un Audi. Da igual si en el simulador también conduce un Mercedes”, comentó Marko.
Según la prensa alemana Horner habría tenido otro enfrentamiento con Jos Verstappen, el padre del piloto.
Y en declaraciones recogidas por De Telegraaf, el periodista Erik van Haren asegura que “la presión sobre Horner es evidente y va en aumento”.
Pese a los rumores, Marko mantiene que el contrato de Verstappen con Red Bull incluye cláusulas de rendimiento que aún no se han activado, por lo que el piloto no puede firmar con Mercedes para 2026.
“Eso es exactamente así”, confirmó el asesor austríaco.
Además, confía en que las últimas mejoras previstas para Spa puedan devolver a Max a la lucha por la pole y la victoria. Eso sí, Marko fue tajante respecto al campeonato:
“Ya está perdido. Ahora todo está entre Lando Norris y Oscar Piastri. Aunque lo de Norris ha sido sensacional”.