El propio Toto Wolff ha querido frenar cualquier expectativa desmedida alrededor de Andrea Kimi Antonelli.
El jefe de Mercedes considera que el joven piloto italiano todavía está en fase de construcción y sitúa su mejor versión dentro de tres a cinco años, no de forma inmediata con la llegada del nuevo reglamento.
Tras una temporada 2025 de debut marcada por altibajos, Antonelli cerró el año en séptima posición del Mundial, a muy poca distancia de Lewis Hamilton, un resultado que en Mercedes consideran coherente con lo esperado para un piloto de 19 años en su primer curso completo en la Fórmula 1.
El 2025 ha sido, ante todo, un año de formación integral para el piloto boloñés.
No solo en pista, sino también fuera de ella: viajes constantes, cambios horarios, preparación física, presión mediática y adaptación al entorno del Circo de la F1.
“¿Cuándo esperamos que alcance su pico? Entre tres y cinco años a partir de ahora. Ese es el tiempo que debemos concederle”, explicó el dirigente austriaco.
Wolff no duda del potencial de Antonelli, pero subraya que el crecimiento no es solo técnico.
“Conoce muy bien este deporte porque lo vive cada día, pero está la parte humana: madurar como persona, aprender a gestionar la presión y las dinámicas de este entorno. No hay duda de que va en la dirección correcta”.
El mensaje es claro: Mercedes no espera que Antonelli esté luchando de forma regular con los mejores en todos los Grandes Premios, especialmente en una etapa de transición como la que se avecina.
El mensaje que llega desde Brackley es inequívoco: confianza total, pero sin prisas. Antonelli es visto como un proyecto estratégico dentro de la nueva era de la Fórmula 1, no como una solución inmediata.
En un campeonato que se prepara para un cambio profundo en 2026, Mercedes prefiere construir con calma a su futuro líder antes que quemar etapas.