
El nuevo Porsche Cayenne Electric se enfrenta a Grossglockner
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El último modelo de Porsche, el Cayenne Electric, regresó a uno de los terrenos más emblemáticos de la marca.
Un prototipo del SUV totalmente eléctrico hizo su aparición en el cierre de temporada de FAT Mankei, recorriendo la carretera alpina Grossglockner, una ruta legendaria que ha sido clave en el desarrollo de los deportivos Porsche desde los inicios de la marca.
Inaugurada hace 90 años, la carretera Grossglockner es un puerto de montaña austriaco de 48 kilómetros que conecta Fusch, en Salzburgo, con Heiligenblut, en Carintia.
Desde los primeros prototipos, incluyendo el 356 “Nº1” Roadster de Ferry Porsche, la ruta ha servido para probar y perfeccionar los vehículos de la marca.
En el primer fin de semana de septiembre, el Cayenne Electric recorrió el Grossglockner bajo nieve y lluvia, demostrando su combinación de innovación tecnológica y capacidad todoterreno.
Este vehículo ya había destacado anteriormente en el Festival de la Velocidad de Goodwood y batió por más de cuatro segundos el récord de SUV en la histórica Shelsley Walsh Hill Climb, pilotado por Gabriela Jílková, especialista en simulador y desarrollo del equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E.
En Austria, Michael Schätzle, Vicepresidente de la Gama Cayenne, tomó el volante, poniendo a prueba el SUV en un tramo de 14,5 km con 27 curvas hasta el punto más alto transitable, Edelweissspitze, a 2.571 metros de altitud.
El Cayenne Electric marca un hito en movilidad eléctrica, destacando por su rendimiento, confort y funcionalidad diaria.
Entre sus innovaciones se incluye la carga inalámbrica de hasta 11 kW, presentada en el salón IAA Mobility de Múnich, que permite iniciar la carga automática simplemente situando el vehículo sobre la placa inductiva de Porsche.