Del Pony al Inster: 50 años de revolución Hyundai

Separados por medio siglo, el Hyundai Pony y el nuevo Hyundai Inster representan dos momentos cruciales en la historia del automóvil urbano.

Ambos modelos nacieron con un objetivo común: hacer accesible la movilidad a la mayor cantidad de personas posible.

Sin embargo, el contexto tecnológico, social y económico que los vio nacer es radicalmente distinto. Este recorrido de 50 años muestra no solo la evolución de un coche, sino el salto transformador de toda una industria.

En 1975, el Hyundai Pony supuso un auténtico hito para Corea del Sur: fue el primer coche desarrollado íntegramente en el país, y marcó el inicio de la industria automotriz coreana tal y como la conocemos hoy.

El Pony no solo ofrecía una carrocería moderna para su época —con diseño de Giugiaro—, sino también una propuesta técnica sencilla, robusta y asequible. Fue el primer vehículo de muchas familias, comerciantes y pequeños negocios.

El Hyundai Inster, cinco décadas después, recoge ese legado y lo reinventa con un enfoque completamente eléctrico. Aunque el concepto de vehículo urbano permanece, el Inster responde a los desafíos del presente: electrificación, conectividad, seguridad activa y eficiencia energética.

Es un coche creado para una nueva generación que busca tecnología, sostenibilidad y practicidad.

Aunque visualmente el Pony y el Inster no pueden parecer más diferentes, ambos son hijos de su tiempo.

El Pony apostaba por un diseño rectilíneo, sencillo y funcional, mientras que el Inster muestra una estética futurista y aerodinámica, con líneas suaves, proporciones compactas y detalles tecnológicos.

El coeficiente aerodinámico del Inster es de 0,309, una cifra excelente para un coche urbano. Para lograrlo, Hyundai ha aplicado soluciones como carenado inferior completo, borde de aire en el paragolpes trasero y una parrilla activa que regula el flujo de aire.

El diseño de las llantas también ha sido optimizado para reducir la resistencia. Todo esto no solo mejora la eficiencia energética, sino también la estabilidad a alta velocidad y el confort de marcha.

Interior: de lo práctico a lo inteligente

El interior del Pony, en su época, ofrecía todo lo necesario: espacio funcional, asientos abatibles, y en sus versiones más avanzadas, incluso respaldo reclinable para el acompañante.

Era versátil y cómodo dentro de lo posible, pero completamente analógico.

El Inster, en cambio, redefine la habitabilidad y modularidad en un coche de menos de cuatro metros. A pesar de medir 3.825 mm, ofrece una distancia entre ejes notable (2.580 mm), mayor altura y un habitáculo sorprendentemente amplio.

Los asientos traseros pueden deslizarse, reclinarse o plegarse, permitiendo múltiples configuraciones de carga o descanso. Incluso los asientos delanteros son plegables, lo que permite transportar objetos voluminosos o convertir el coche en un espacio para descansar.

El maletero del Inster parte de 280 litros, se amplía a 351 litros con los asientos traseros adelantados, y llega a una capacidad máxima de 1.059 litros con los respaldos completamente abatidos. Una cifra muy superior a la mayoría de coches urbanos de combustión.

Tecnología: del casete al coche conectado

El contraste tecnológico entre el Pony y el Inster es quizá el más llamativo.

Mientras que el Pony contaba con elementos puramente físicos —desde la llave de contacto hasta los mandos del climatizador o el radiocasete—, el Inster apuesta por una digitalización total.

Su sistema de infoentretenimiento incluye pantalla táctil de 10,25 pulgadas, navegador conectado con actualizaciones OTA, reconocimiento de voz natural y conectividad Bluetooth doble.

Además, la Hyundai Digital Key 2 Touch permite abrir y arrancar el coche usando el smartphone, sin necesidad de llevar una llave física. Todo esto era pura ciencia ficción en 1975.

La interfaz muestra en tiempo real datos de carga, puntos de recarga disponibles en el trayecto y autonomía restante. Así, el conductor puede planificar su ruta eléctrica con total tranquilidad.

El Hyundai Pony estaba disponible con motores de gasolina de 1.3 y 1.4 litros, con potencias de 55 y 68 CV, respectivamente. Eran mecánicas simples, fiables y fáciles de mantener, pensadas para un uso cotidiano sin complicaciones.

En el Inster, la propuesta es totalmente distinta: propulsión 100% eléctrica, con versiones de 97 CV (42 kWh) y 115 CV (49 kWh), ambas con 147 Nm de par inmediato. El modelo de mayor autonomía promete hasta 370 kilómetros con una sola carga.

Gracias a su sistema de carga rápida, el Inster puede recuperar del 10% al 80% en apenas 30 minutos, o ganar 100 km de autonomía en solo 12 minutos.

Esto lo convierte en uno de los modelos más eficientes y rápidos de su segmento.

Seguridad: de lo básico a lo inteligente

En materia de seguridad, el salto entre ambos modelos es abismal. El Pony contaba con frenos de disco delanteros, cinturones de seguridad y pruebas internas de choque a baja velocidad. Para su época, era razonable. Pero hoy, la seguridad ha dado un giro de 180 grados.

El Inster incorpora la suite completa Hyundai Smart Sense, con más de 15 asistentes de conducción activos: asistente de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo con función Stop & Go, monitor de ángulo muerto, frenado autónomo de emergencia con detección de peatones y ciclistas, alerta de tráfico cruzado trasero, y muchos más.

También incluye elementos como el sensor de ocupante trasero o el asistente de luces largas automático, que ofrecen un nivel de protección propio de segmentos superiores.

El Pony fue considerado un coche agradable de conducir. Su comportamiento dinámico era uno de sus puntos fuertes, con una dirección precisa y una suspensión cómoda para el estándar de los años 70.

Sin embargo, el Inster lleva ese concepto mucho más allá.

La dirección asistida eléctrica de columna, la suspensión calibrada y un trabajo acústico muy cuidado (sellado reforzado, cristales dobles, aislamiento de pasos de rueda…) hacen que la experiencia de conducción sea silenciosa, suave y muy refinada.

Hyundai ha buscado que su nuevo modelo eléctrico urbano se perciba como un coche de segmento superior.

El Hyundai Inster y el Hyundai Pony son, en esencia, lo mismo: un coche diseñado para acercar la innovación tecnológica a todo el mundo.

Pero las herramientas, las exigencias del mercado y las prioridades de cada época son completamente diferentes.

El Pony democratizó la movilidad en un país que emergía como potencia industrial.

El Inster busca democratizar la electrificación urbana en un continente que ya apuesta por la sostenibilidad. La historia de Hyundai, como la del automóvil, avanza con paso firme… y eléctrico.

Publicar un comentario

#SÍGUENOS EN INSTAGRAM