Miguel Molina y Ferrari, lucha sin premio en Imola

El piloto español firmó una gran actuación junto al equipo Ferrari AF Corse en la segunda cita del WEC, aunque un toque en el tramo final arruinó sus opciones al podio.

Miguel Molina ha vuelto a demostrar en Imola por qué es uno de los grandes referentes del automovilismo español.

En un fin de semana con un valor simbólico muy especial para Ferrari, el piloto catalán fue protagonista de una espectacular remontada con el Ferrari 499P #50, aunque la fortuna le fue esquiva en la parte final.

Junto a Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, Molina disputó su cuarta carrera del año en el Mundial de Resistencia, partiendo como líder del campeonato tras la victoria en Catar. Correr en Imola, circuito de casa para Ferrari, añadía un ingrediente emocional extra, con miles de tifosi llenando las gradas y un ambiente de pasión desbordante por el Cavallino Rampante.

Una calificación adversa, una carrera de garra

El fin de semana comenzó con condiciones meteorológicas cambiantes que complicaron la preparación del equipo.

En la clasificación del sábado, dos vueltas anuladas por límites de pista dejaron al Ferrari #50 relegado a la parte trasera de la parrilla.

Pero el espíritu de lucha se encendió de inmediato. Nicklas Nielsen protagonizó una salida fulgurante ganando varias posiciones, y con una estrategia agresiva, el equipo comenzó a escalar con paso firme.

El final de semana fue bien hasta la calificación. Niklas hizo un trabajo fantástico en los primeros stints, y luego optamos por una estrategia valiente de neumáticos. No estábamos en posición de luchar por la pole, pero el plan iba funcionando bien”, explicó Molina.

En el segundo relevo de carrera, Miguel Molina tomó los mandos del Ferrari #50, manteniendo el ritmo y aplicando decisiones tácticas arriesgadas pero acertadas.

En mi primer stint mantuvimos los neumáticos usados para maximizar el tiempo. Luego cambiamos solo las ruedas derechas buscando ganar tiempo en pista. Perdimos algo de ritmo, pero eso nos ayudó a adelantar el pit de Antonio, quien salió con pista limpia. Fue un movimiento inteligente”.

A falta de menos de una hora, cuando el coche ya rodaba en segunda posición, un contacto con el Toyota #8 provocó un pinchazo que tiró por tierra toda opción al podio.

Una posterior penalización de drive-through relegó al Ferrari #50 a la 15ª posición final.

Es descorazonador salir de Imola sin recompensa tras pelear tanto. Estábamos para una P2 o incluso P3. Pero esto no ha hecho más que empezar: somos terceros en el campeonato y volveremos más fuertes en Spa”, subrayó Molina, quien felicitó a sus compañeros de Ferrari por su victoria en casa.

Balance positivo y próxima parada: Spa

A pesar del resultado, el equipo mostró ritmo competitivo, cohesión estratégica y garra en cada vuelta. La vuelta rápida de carrera firmada por Fuoco fue la guinda de una actuación que merece reconocimiento.

Actualmente, Molina y sus compañeros son terceros en la general del WEC, a solo un punto del segundo clasificado y a 12 del líder.

 

Antes de volver al volante del Ferrari 499P en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, Miguel Molina competirá en las 4 Horas de Le Castellet (2-4 de mayo) con Kessel Racing, al mando del Ferrari 296 LMGT3, junto a Fran Rueda y Andrew Gilbert.

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