Los comisarios de la FIA llevaron a cabo una inspección en la sede de Red Bull la semana pasada para concluir su investigación sobre el sistema de ajuste del Tea-tray. Los funcionarios de la FIA visitaron la fábrica de Milton Keynes y, tras una minuciosa inspección, concluyeron que el equipo campeón del mundo no había utilizado ilegalmente el controvertido sistema que permite modificar la altura del splitter delantero.
El asunto estalló en el Gran Premio de Estados Unidos: tras las acusaciones de McLaren y Mercedes, la FIA actuó de inmediato para introducir un precinto que impidiera cualquier cambio cuando los coches ya estuvieran en parc fermé.
Según los equipos rivales, el sistema se utilizaba para cambiar la altura del splitter entre la calificación y la carrera, es decir, cuando los coches están en parc fermé, lo que supone una grave infracción del reglamento.
Un sistema que apuntan no sólo se introdujo este año en el RB20, sino que ya se había utilizado por parte de Red Bull en los dos campeonatos anteriores.
La FIA ha insistido en que no hay pruebas de uso indebido del sistema y, por tanto, no se pueden tomar medidas punitivas.
Nikolas Tombazis, responsable técnico del sector de monoplazas de la FIA, ya declaró en Austin lo siguiente: «Demostrar retroactivamente lo que pudo ocurrir en el pasado es difícil, y no creemos que tengamos capacidad para investigar dos años atrás«.
«Honestamente, no puedo decir con absoluta certeza que nunca hubo nada irregular, pero puedo asegurar que es un caso cerrado para nosotros«.
A pesar de esa postura de la FIA, equipos rivales como Mercedes o McLaren, insistieron en que era necesaria una investigación sobre lo que pudo hacer Red Bull en temporadas anteriores.
Una presión que añadida al interés informativo llevó a la FIA a iniciar una investigación formal tras el GP de Brasil para inspeccionar las instalaciones de Milton Keynes.
Al término de la investigación, la FIA absolvió a Red Bull de todos los cargos y se mostró satisfecha con la información recabada haciendo el siguiente comunicado:
«Los ingenieros de la FIA visitaron la sede de Red Bull Racing para investigar a fondo las recientes acusaciones sobre el diseño Tea-tray y su uso. Esta investigación concluyó que no se había producido ninguna infracción y, por lo tanto, confirmó la posición adoptada por la FIA durante el Gran Premio de Estados Unidos en Austin«.
«La FIA examina e inspecciona regularmente el cumplimiento de los reglamentos técnicos, deportivos y financieros por parte de los equipos de F1, lo que puede implicar controles aleatorios en la pista o inspecciones e investigaciones en las instalaciones de los equipos«.
«Del mismo modo, es prerrogativa de los equipos de F1 llamar la atención de la FIA sobre cualquier preocupación sobre el cumplimiento normativo de sus competidores, y este fenómeno se ha intensificado en campeonatos donde puede haber una pugna más reñida por el título, como es el caso en esta temporada 2024«.