Aston Martin vuelve al AMR24 de Suzuka

El desconcierto es la nota predominante en los técnicos de Aston Martin a la hora de valorar de forma real el impacto de las distintas evoluciones y mejoras que han intentado aportar al AMR24 a lo largo de la temporada.

Por supuesto que el discurso de Mike Krack o Tom McCullough entre otros, es altamente optimista a la vez que contradictorio con la realidad que se vive en cada Gran Premio celebrado hasta el momento.

En el pasado Gran Premio de México durante los primeros entrenamientos libres en los que Felipe Drugovich ocupó el lugar de Fernando Alonso, ya salió a pista con un AMR24 lleno de sensores para captar el mayor número de información y datos posibles.

 

Pero lo curioso de esa decisión era que el monoplaza que pilotaba el brasileño no era la última evolución del AMR24 disponible. No llevaba todas las piezas que se habían presentado una semana antes en Austin.

Drugovich condujo un coche con una mezcla de piezas nuevas y antíguas para evaluar el rendimiento y decidir qué paso dar en la siguiente fase del monoplaza.

Un plan de trabajo que en Aston Martin no abandonaron en absoluto y siguieron buscando el mejor reglaje posible probando distintas piezas en los monoplazas de Alonso y Stroll, que también combinaron las evoluciones de Austin con otras antiguas especificaciones.

Por ejemplo tanto el alerón delantero como el endplate que fueron novedad en Austin se mantuvieron intactos en el AMR24 de todos los pilotos a lo largo del fin de semana en México.

Pero concretamente en la parte inferior de los monoplazas decidieron que era lo más adecuado dar un paso atrás y regresar a la especificación concreta que el equipo utilizó en el Gran Premio de Japón en Suzuka. 

 

Es decir retroceder hasta la cuarta prueba de la presente temporada en el mes de abril.

Allí Fernando Alonso se clasificó quinto en parrilla y Lance Stroll 16º para después acabar sexto y 12º respectivamente en la carrera del domingo.

Un paso atrás obligado

La siguiente evolución en el suelo que Aston Martin puso en marcha fue en Imola, pero una vez más no tuvo el rendimiento deseado.

Por eso en Silverstone con motivo del Gran Premio de Gran Bretaña algunas semanas después se toma la decisión de recuperar esa especificación de Suzuka con la intención de ser más competitivos y al mismo tiempo ofrecer a los pilotos un AMR24 más fácil de conducir en el rápido trazado británico.

 

Esa apuesta por Japón ha continuado desde entonces y en varios Grandes Premios como el de Bakú ha sido la elegida por el departamento técnico de Aston Martin.

Parece que uno de los grandes problemas del AMR24 es el instante en que se toma la decisión de aumentar la carga aerodinámica en el monoplaza. Algo que entra en clara incompatibilidad con la estabilidad del coche. 

 

Por el momento, al AMR24 le faltan principalmente dos cosas: falta de carga pura y estabilidad. Lo interesante es que esta inestabilidad ya se vislumbró el año pasado, cuando Aston intentó añadir carga pura, lo que, sin embargo, generó desajustes en términos de equilibrio general.

Un aspecto que parece repetirse de nuevo este año: de hecho, por mucho que los equipos intenten siempre mejorar la carga global del coche, por otro lado también es importante mencionar cómo debe buscarse un equilibrio entre todos los componentes del coche.

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