

Red Bull está planeando una evolución de su actual coche RB20 para la temporada 2025, ya que cree que invertir en una arriesgada renovación y cambio de su monoplaza no merece la pena.
De esta forma el RB21 sería un pequeño paso adelante teniendo en cuenta los problemas que el equipo ha reconocido tener en su túnel de viento actualmente y que están afectando al rendimiento deseado en pista.
Christian Horner ha sido quién con detalles ha explicado el programa que Red Bull tiene por delante con el año de transición en 2025 antes de que la F1 cambie por completo y ellos inicien una nueva etapa con sus propios motores en asociación con Ford.
«En este negocio, siempre estás haciendo malabarismos y tienes que poner un pie delante del otro«, ha dicho Horner.
«No se puede proyectar demasiado lejos en el futuro. El largo plazo en la F1 es de unos dos meses y medio y, básicamente, lo que aprendemos este año es relevante para el año que viene«.
«Así que el coche del año que viene será una evolución del de este año. Quiero decir, hay muchos componentes del coche del año pasado que se han trasladado a este año, porque con la forma en que funciona el límite de costes, a menos que haya una mejora significativa en el rendimiento, no tiene sentido cambiar».
La apuesta de Red Bull por los propios «powertrains» es muy elevada. Y en el equipo están convencidos de que será muy rentable todo el trabajo que se está realizando para conseguir buenos resultados y enormes beneficios.
«Es, con diferencia, nuestro mayor reto», añadió Horner.
«Hemos creado una empresa de nueva creación, reclutado agresivamente a 600 personas, construido una fábrica, puesto en marcha el proceso y reunido a un grupo de personas para trabajar dentro de una cultura Red Bull que ha tenido tanto éxito en el lado del chasis».
«Por supuesto, muchos han venido de otros equipos, competidores y proveedores de la F1, y es una tarea ingente reunir a 600 personas y todos los procesos, la cadena de suministro y todo lo necesario para trabajar para dos equipos en el 2026».
«También tenemos la ventaja de contar con un gran socio, Ford Motor Company, y esa relación está funcionando muy bien. Pero, inevitablemente, habrá dolor a corto plazo, pero hay una ganancia a largo plazo de tener todo bajo un mismo techo con los ingenieros».
Horner ha explicado que en Red Bull siempre han sido conscientes de que, aunque ha mejorado Bedford a lo largo de los años, no está tan avanzado técnicamente como otras instalaciones mucho más modernas de sus rivales directos en el Mundial de F1.
«Siempre hemos conocido las limitaciones del túnel», dijo.
«Pero creo que ahora que hemos empezado a forzar la aerodinámica de estos coches y estamos en márgenes muy estrechos, las limitaciones aparecen por sí solas».
El equipo ya está trabajando en un nuevo túnel aportando una gran inversión económica para el mismo.
Y ha dejado claro que tomaron esa decisión cuando desde la FIA se aclaró que no seguirían adelante con la idea de prohibir totalmente a los equipos el uso de esas instalaciones para mejorar sus monoplazas.
«Hubo un momento en que se podrían haber prohibido los túneles de viento», dijo Christian Horner.
«Hubo un debate sobre si eso iba a ser así, y si el CFD lo superaría o no«.
«Incluso Adrian Newey dejó de presionar para conseguir un nuevo túnel hasta que no hubiera claridad al respecto. Pero llegó un momento en que Aston Martin quería un nuevo túnel y la FIA cambió de postura de forma radical en su idea de anular los túneles«.
«Así que fue una cuestión de: ‘Mira, tenemos que hacer esto, y tenemos que hacerlo ahora, porque el reglamento dicta que, dentro de un límite de costes, el túnel que estamos ejecutando es extremadamente ineficiente’».
Horner ha detallado uno de los problemas principales que tiene el equipo con su actual túnel de viento.
«Tenemos una instalación que es tiene 60 años de antigüedad. Es una reliquia de la Guerra Fría«.
«Ha sido lo suficientemente bueno como para producir algunos coches fantásticos para nosotros a lo largo de los años. Pero tiene sus limitaciones«.
«Por debajo de cinco grados no podemos utilizarlo. A más de 25 grados, se vuelve muy inestable».
Así ha querido aclarar el momento en que está inmerso Red Bull Racing su máximo responsable, Christian Horner.
¿Serán capaces de reaccionar a tiempo en lo que resta de temporada?
¿Conseguirán la transición deseada en 2025 antes de la nueva era de la F1?
Demasiadas incógnitas por despejar con poco tiempo operativo en realidad.