En Red Bull hay un plan en marcha con objetivo 2026 y el primer damnificado ha sido Daniel Ricciardo al dejar su asiento en Racing Bulls a Liam Lawson.
Ese programa de cambios tiene muchas más etapas, algunas de ellas tal vez sorprendan por lo inesperado de las mismas. Pero en Milton Keynes, en Austsria y en Tailandia tienen ya claro cual es el recorrido que deben hacer para que el fin de una era de su dominio y presencia en la F1 no llegue radicalmente a su final.
La situación de Checo Pérez siempre ha sido el centro de una polémica diferencia de opiniones entre sus seguidores y los que verían con buenos ojos un cambio de aires para el piloto mexicano.
Uno de los puntos más complicados en toda esta situación se vivió justo antes del parón veraniego con grandes titulares sobre una posible salida de Sergio del equipo.
Finalmente Christian Horner renovó la confianza en Checo y anunció que no existían motivos para pensar en la marcha de Pérez tras haber sido renovado a principios de temporada.
A pesar de todo eso no han cesado las noticias que sitúan a Checo fuera del equipo con diferentes versiones sobre el momento en que eso podría suceder.
Algunos siguen apuntando a que va a ser sustituido por otro piloto Red Bull al acabar el año si finalmente pierden el Mundial de constructores por falta de puntos del mexicano.
Otros alargan un poco más la permanencia de Checo para situarla en finales de 2025, apoyados en la posible existencia de un contrato 1+1 con clausulas de renovación por supuesto que marcarían su posible marcha.
Y la teoría más radical ha empezado a coger forma en las últimas semanas, coincidiendo justo con el otro «largo parón» en el calendario de la F1.
Se trata de la «retirada» obligada o no de Checo. Los defensores de esta teoría apuntan a que sería una solución pactada con los altos cargos directivos del equipo y que se anunciaría en breve. Tal vez coincidiendo con el Gran Premio de México.
Lo cierto de todo esto es realmente el plan de cambios que Red Bull está ejecutando y que tiene un 2026 como objetivo final con demasiados frentes abiertos y grandes incógnitas.
Como por ejemplo la fiabilidad mecánicas de los nuevos propulsores creados junto a Ford o las nuevas «ideas» que Red Bull tiene sobre sus patrocinios tras acabar el compromiso de mantener las últimas decisiones del fundador de la empresa, Dietrich mateschitz.
Él habría firmado un plan de patrocinios para la marca de bebidas energéticas y un programa de desarrollo que los actuales gestores deberían cumplir hasta esa fecha.
¿Realmente Checo está pensando en la retirada? ¿Le habrá influenciado la salida de Ricciardo de la F1?
¿Forma todo parte de un plan elaborado?
¿Tendrá algo que ver la «Operación Koala 2» en todo esto?
Demasiadas preguntas sin respuesta en estos momentos, pero todo indica que en breve empezaremos a desvelar las incógnitas de alguna de ellas.