La decisión final que Red Bull ha tomado para prescindir de Daniel Ricciardo a mitad de temporada no ha tenido que ver con que su rendimiento fuera tan malo como para necesitar un cambio inmediato de compañero para Tsunoda.
Todo es parte de un plan de cambios mucho más trascendentales e importantes que ya está en marcha.
Ricciardo ha salido del entorno Red Bull a consecuencia de los compromisos establecidos con otro de sus pilotos, el neozelandés Liam Lawson, en cuyo contrato había clausulas que obligaban a la firma a darle un mínimo de 5 Grandes Premios (no libres 1) a lo largo de 2024 o por el contrario aceptar la carta de libertad del piloto para negociar con otras escuderías.
Laurent Mekies, el actual jefe de equipo de Racing Bulls, dejó muy claro que Ricciardo no había perdido «su forma» de pilotaje. Recordó que si hubiera tenido un monoplaza igual de competitivo que el de la Sprint Race en Miami seguro que el australiano habría conseguido mejores resultados.
El dilema en Red Bull se centra en estos momentos especialmente en la temporada 2026. En principio deberían empezarla con sus dos actuales pilotos, Verstappen y Checo, pero todo puede cambiar rápidamente.
Verstappen podría marcharse a otro equipo o fuera de la F1 por completo, mientras que Pérez necesita rendir mejor para asegurar su puesto. Estas posibilidades significan que Red Bull no puede arriesgarse a tener otras opciones de primera línea sobre la mesa si necesita buscar un Plan B cuando acabe 2025.
Christian Horner tiene muchos otros problemas que resolver internamente en Red Bull, pero además ha de estar atento al mercado de pilotos.
Recientemente ha expresado que George Russell podría ser un objetivo de futuro para el equipo de Milton Keynes. Pero al mismo tiempo ha de observar la evolución del actual plantel de jóvenes pilotos en la academia Red Bull.
Y para esto último es necesario que esos pilotos puedan tener opciones para comparar rendimiento y tomar decisiones.
Red Bull sabía que no podía esperar mucho más en mantener a Ricciardo al volante del Racing Bulls. Era necesario utilizar esa pieza del tablero para colocar otra con la que tener un punto de referencia en comparación a Yuki Tsunoda.
Por otro lado las «dudas» continúan sobre el futuro de Checo Pérez y por eso Red Bull quiere saber qué piloto podría ser una buena alternativa en caso de que necesiten hacer un movimiento.
Todo eso sin perder de vista a otros pilotos Red Bull como Isack Hadjar ha hecho un buen trabajo en la F2 con Campos Racing y está llamando con insistencia a la puerta de la F1.
Lo mismo sucede con Ayumu Iwasa, que ha estado subiendo de forma constante al podio en la Super Fórmula Nippon.
De hecho en su momento Helmut Marko ya habló del programa que Red Bull tenía en marcha para estos próximos años con sus pilotos.
«El regreso de Daniel Ricciardo tuvo como razón ver su estado de pilotaje por si era una opción para volver a formar parte del equipo Red Bull Racing. Todo eso estaba supeditado a sus actuaciones en Racing Bull junto a Tsunoda«.
«Tenemos un buen número de jóvenes pilotos. Está Hadjar, está Lawson. También está Iwasa, sin clasificarlos en ningún sitio. Y tenemos que mirar al futuro de ellos y de nosotros, por supuesto«.
«Y también queremos hacer comparaciones: ¿Dónde está Lawson en comparación con Yuki? Y, de cara al futuro, ¿cómo será la pareja de pilotos de nuestros dos equipos?».
Ahí está una de las claves de todo. En las palabras de Marko se puede ver claro el plan que Red Bull tiene en marcha con un objetivo rotundo: la temporada 2026 en el equipo de Milton Keynes.
Ese es el verdadero plan en estos momentos y para ello era necesario que Ricciardo dejara su lugar en Racing Bulls.
¿Por qué esperar al año 2025 para probar las cosas?. Es mucho más sencillo para ellos prescindir del australiano y observar si Lawson responde a las necesidades de futuro.