Los equipos de F1 han solicitado a la FIA un cambio en la normativa para controlar mejor los test que se van a realizar la próxima temporada del Mundial en 2025.
Según la actual normativa de pruebas, los equipos disponen de un número ilimitado de días en los que pueden utilizar monoplazas de anteriores años.
En esa categoría se aceptan monoplazas de cualquiera de las tres temporadas anteriores al año natural que precede al del campeonato que se esté celebrando.
Esto significa que los equipos pueden este año rodar con monoplazas del año 2022, que fue el primero de la generación actual con efecto suelo.
Uno de los últimos ejemplos ha sido Mercedes y su programa de test para Andrea Kimi Antonelli. El italiano ha rodado en varias ocasiones con el W13 que es precisamente de ese año 2022.
Sin olvidar tampoco el curioso test de Max Verstappen en Imola con el RB18 antes del Gran Premio de España este mismo año.
Una prueba destinada a obtener información para entender mejor los problemas de comportamiento del actual RB20 del equipo Red Bull.
Ya han empezado las conversaciones entre los equipos, la FIA y el Comité Consultor Deportivo. La idea es añadir algunos elementos importantes en el reglamento de la próxima temporada para evitar «zonas grises».
Uno de los puntos importantes que se quiere introducir sería la prohibición absoluta de realizar un test en cualquier circuito del calendario menos de 60 días antes de que sea protagonista de una prueba del Mundial de F1.
Otro es reducir a solo 4 días de test o 1.000 km en total para los pilotos oficiales que estén compitiendo de manera habitual con el equipo en el Mundial esa temporada.
Y un límite máximo de 20 días para los test con monoplazas de otras temporadas.
Las reuniones se van a suceder a lo largo de las próximas semanas para plantear un primer borrador de cambios que debería ser aprobado de forma definitiva a finales de año por el Consejo Mundial de la F1.