

Los niveles de forma física de los pilotos de F1 se pondrán a prueba en el Gran Premio de Hungría del próximo fin de semana, con unas condiciones meteorológicas abrasadoras previstas para todo el evento en el circuito de Hungaroring.
Se prevé una máxima de 34 grados Celsius para el viernes y el sábado, cuando se celebren los entrenamientos y la clasificación.
El domingo, día de la carrera, también se registrarán máximas de 34 grados, aunque existe el riesgo de tormentas a lo largo del día.
Sin embargo, las temperaturas dentro del habitáculo serán mucho más altas, lo que pondrá en acción el entrenamiento físico y mental de todos los pilotos.
Muchos de ellos tuvieron grandes problemas en el Gran Premio de Qatar del año pasado, que se celebró en condiciones de calor y humedad extremos.
De esta forma el Gran Premio de Hungría se va a convertir en un punto de prueba importante para los sistemas de refrigeración especial que la FIA aprobó para los pilotos tras esa complicada carrera en Qatar.